
Punto de partida
A raíz de una invitación para exponer el Proyecto Nómada en la Sala de Arte Joven en Madrid, dentro de la expo C.I.T.I: (Centro de Investigación técnicamente Imprevisible) comisariada por Manuela Pedrón y Jaime González, surgió la idea de permanecer en la sala dos semanas para contarle a lxs visitantes la experiencia de una forma más directa. Luego, Selina Blasco, mi directora de tesis doctoral, me propuso que mejor trabajara en la sala un mes y que escribiera un texto sobre esa experiencia laboral. Acepté esta idea y decidí trabajar durante todo el mes de Junio en este espacio, creando un lugar para el encuentro, la acción y la reflexión en torno a la relación entre arte, cotidianidad y capitalismo. Otra forma de exponer nómada haciéndolo más participativo, y evidenciando las redes de afecto y de trabajo consecuencia de vivir de casa en casa.
Esta situación se llamó Lo posible y fue un intento, un experimento de un posible trabajo teniendo un espacio disponible. Hubo reuniones, diálogos, reuniones, baile, exposiciones, diferente tipo de encuentros y actividades a lo largo del mes, vinculando a diversxs artistas y colectivos.
Creé un blog donde quedó documentado todo el proceso, hablando también de los retos, las dificultades, los dilemas, y los descubrimientos: https://loposible.wordpress.com/

De lo ordinario y lo extraordinario

Canción pendiente de título de Nos vamos a Croatán

Punka Paka en La imagen y las mil palabras

Historias extra-ordinarias de proyectos colaborativos con Alba Benavent

Hay una pelea e importa que pase de Taco de Raya en el cierre de Lo posible